Y que se cumplan tus sueños…

CUMPLIR SUEÑO CON UN COACH ELANIE

Y que se cumplan tus sueños…

Estaba intentando ordenar un poco mis archivos, las diferentes galerías de fotos, etc. y casualmente encontré preciosos y muy emotivos mensajes y videos con deseos navideños. Me sorprendió porque es muy reciente y, sin embargo, parece haber ocurrido hace siglos y, al mismo tiempo, falta poco para llegar a otro Año Nuevo y enviarnos de nuevo hermosos deseos.

Qué se cumplan tus planes, tus deseos y tus sueños… ¡cuántas veces habrás oído esas palabras en diferentes ocasiones, no solo en cumpleaños o Año Nuevo! ¡Cuántas veces tu mism@ las habrás dicho a tus seres queridos, amigos o familiares! Y ¿cuántas veces, al oír esos deseos, sonreías por dentro suponiendo de antemano que ni los deseos ni los sueños se cumplen? Y aquí la pregunta del millón: ¿los sueños se cumplen o no? ¿Vale la pena tenerlos o más bien hay que deshacerse de ellos y vivir de acuerdo con la norma que dice que, si no esperas nada, no sufres desengaños? ¿Qué opinas tú, Querid@ Amig@? ¿Qué piensas tú al respecto? Te invito a que busques tus propias respuestas antes de seguir con el texto. ¿Cuál de tus deseos, sueños o proyectos se ha cumplido? ¿Qué querías de verdad? ¿Qué curso tomó ese deseo? ¿Qué sueños tienes hoy en día? ¿Qué puedes hacer para que ese proyecto se haga realidad? ¿Qué pasos concretos das para ver logrado tu sueño? ¿Quién serás cuando lo alcances? ¿Cómo te vas a sentir cuando lo veas cumplido?

La pregunta es una herramienta fundamental del Coaching. Pregunta que no enjuicia ni evalúa, ni siquiera hace elogios, sino que invita a buscar una respuesta personal. Pregunta que exige ser franco con uno mismo, que ayuda a comprender la propia realidad y que espera respuestas. Por tanto, antes de que sigas con el texto, busca tus propias respuestas.

Cuando hablo de sueños, no tengo en mente un capricho pasajero, que no tenga para ti ninguna importancia, sino un deseo verdadero y profundo. Algo que te impide sentirte pleno por no haberlo conseguido, o algo que te produciría verdadera alegría y enriquecería toda tu vida.

Hace poco estuve con una de mis amigas de toda la vida. Me invitó a su bella casa. Una casa amplia, rodeada por un precioso jardín y habitada por una familia grande y feliz, que evidenciaba años de esfuerzo dedicados a la realización de su sueño. Como me contaba, esa casa era su sueño cuando a nadie se le habría ocurrido pensarlo, porque la realidad en que vivían era todo lo contrario. Simplemente era un sueño inalcanzable. ¿Tienes también sueños así? Algo que quieres de verdad, que no te deja tranquil@ y, al mismo tiempo, a la mente te viene ese pensamiento “realista” de que solo es un sueño, que sencillamente es imposible. Mi amiga me contó con gran satisfacción cómo su sueño se ha convertido en realidad.

No era el resultado de que le hubiese tocado el “gordo” ni tampoco de recibir una herencia inesperada. Nada de eso. Su cumplimiento había durado años y exigido un trabajo duro, gran compromiso y una perseverancia total.

PERO ANTES DE EMPEZAR LA OBRA MATERIAL, TENÍA UNA FUERTE CONVICCIÓN, UNA FE INQUEBRANTABLE EN QUE ESO ERA POSIBLE, QUE SE CUMPLIRÍA, QUE SOLO ERA CUESTIÓN DE TIEMPO.

ESA POSITIVA DISPOSICIÓN INTERIOR CONSTITUYE LA CLAVE Y LA BASE DE SU ÉXITO, Y TAMBIÉN DEL TUYO.

Si quieres ver tus sueños hechos realidad, construye en tu mente la certeza de que puedes hacerlo, de que puedes conseguirlo. No que debes, sino que PUEDES. Es un matiz importante. A nuestra mente le sienta fatal el “deber”: si “tienes” que hacerlo, ya no le suena bien. Simplemente quieres. Actúas, consigues. No es que querrías, que tal vez, que un día…, que estaría bien… ¿Tal vez te expresas de esta misma manera?  Si hablando de tus proyectos usas el subjuntivo en todas sus formas, el condicional o el futuro imperfecto, le quitas a tu sueño toda su fuerza y energía y tu subconsciente, hablando coloquialmente, “ni se entera”. No comprende que hablas en serio y que hay que involucrarse. Si algo te importa de verdad y quieres conseguirlo, habla siempre en primera persona y en presente. No uses negaciones, busca palabras afirmativas porque nuestro cerebro está construido de tal manera que el “no”, por alguna razón, desaparece y el subconsciente se queda con el mensaje contrario (en vez de “no hagas”, le queda “hagas”). A veces hay que esforzarse un poco para encontrar ese mensaje positivo y enviárselo a uno mismo. Pero merece la pena porque los mensajes positivos tienen un poder enorme. Otro factor importante es encontrar los verbos que tengan la fuerza necesaria. Hay palabras que te hablan con fuerza y otras que no llevan ninguna carga emocional. Búscalas. Que sean palabras que te llenen de alegría, energía, fe. Que sean palabras que te gusten, tus palabras. Personalizadas, como decimos ahora.

También fija el marco de tiempo. Un sueño sin fechas para conseguirlo no tiene ninguna fuerza. Es vago e indefinido, por eso no es extraño que “no se cumpla”. Al fijar el tiempo en que quieres conseguir tu meta, la mente ya se está programando para conseguirla. Si te acompaña tu actitud interior positiva, el subconsciente “se pone manos a la obra” y, como decimos en Coaching, todo el mundo conspira para ayudarte. A la mente te vienen ideas, se multiplican tus fuerzas y energías, conoces a las personas que necesitas, se abren puertas en las que ni pensarías. Decimos que funciona la magia del Coaching, pero eres tú quien la genera.

Y LOS SUEÑOS SE HACEN REALIDAD.

¿Necesitan esfuerzo? Seguro que sí. ¿Vale la pena tenerlos? Respóndete tu mismo a esa pregunta. Es tu vida y nadie la vivirá por ti. Solo tú decides cómo quieres vivirla y también tú eres el primer beneficiario de tus decisiones.

AMIG@ ¿QUÉ SUEÑOS TIENES? ¿DE QUÉ MANERA Y CUÁNDO VAS A REALIZARLOS? ¿QUIÉN SERÁS CUANDO “SE CUMPLAN”?

Dentro de poco vamos a desearnos de nuevo “que se cumplan tus sueños”. ¿Qué harás con los que están a punto de “caducar”? Cuéntamelo.

 

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