¿Qué te hace fecundo?

¿Qué te hace fecundo?

Querida Lectora y muy Estimado Lector, recibe en este día primaveral mis más cordiales y cálidos saludos (puede que lo leas por la noche o al atardecer, no importa, ten en la mente y en el corazón un hermoso día de la primavera) y, como siempre, acepta también mi invitación a un viaje increíble, un viaje a tus propias profundidades.

El escritor americano Colson Whitehead, en su novela El ferrocarril subterráneo (The Underground Railroad), pone en la boca de una de las protagonistas la frase que me está acompañando estos días. La novela recuerda tiempos pasados, pero tampoco tan lejanos, y una realidad vergonzosa y escalofriante, la existencia de esclavos negros en la América del siglo XIX. El llamado ferrocarril subterráneo era una red clandestina de caminos, senderos, albergues y personas que ayudaban a los fugitivos negros a cruzar los terrenos hasta llegar a los sitios donde podían recibir ayuda y empezar una vida en mejores condiciones. Cora, la protagonista, dice que “la libertad hace el cuerpo fecundo”, refiriéndose a la triste realidad de que las esclavas, al vivir en un continuo maltrato y estrés, no podían concebir, pero al escapar de la esclavitud no tenían problema para quedarse embarazadas. Me permito repetir la frase: la libertad hace el cuerpo fecundo.

Cora se refiere a la fecundidad corporal y eso mismo ya puede asombrar; ver hasta qué punto la situación existencial condiciona al cuerpo en el área de la fecundidad podría hacernos reflexionar sobre muchas otras formas de esclavitud contemporánea y cómo eso repercute en la fecundidad. No intento hacer aquí ningún juicio de valor pero las clínicas de fertilización asistida que crecen como los hongos después de la lluvia, quizá ven el cuerpo humano únicamente como un objeto a tratar farmacológicamente. Deberían verlo dentro de todo el conjunto de la realidad existencial de las personas y buscar respuestas a la pregunta más urgente que es: ¿Qué hace que el cuerpo sea estéril? Sin embargo, yo me muevo en el espacio del Coaching transpersonal, y es aquí dónde veo aún más sentido y aplicación al pensamiento citado.

SI LA LIBERTAD HACE EL CUERPO FECUNDO, AÚN HACE MUCHO MÁS FECUNDOS NUESTRA MENTE Y NUESTRO ESPÍRITU. Tu vida, Amig@, igual que la mía, se hace cada vez más fecunda mientras crecemos en ser libres. Obsérvate con cariño y atención. ¿Cuándo has pasado por momentos de sequía interior, de falta de creatividad, de sentirte inútil? ¿Cuándo te han asaltado pensamientos de que tus esfuerzos o incluso toda tu vida es estéril? Puede ser que ahora mismo te atormenten esos pensamientos y sentimientos… ¿Qué hace estéril tu vida?

Con mucha probabilidad encontrarás en ti diferentes formas de esclavitud. A muchos les pueden venir a la mente algunos tipos de adicciones que abundan en el mundo de hoy y que abiertamente nos esclavizan, pero aquí y ahora yo me refiero a las situaciones más sutiles que también nos mantienen esclavos. La vida misma y sus rutinas, que nunca cambian, las exigencias del trabajo, el estrés constante, las prisas, las ambiciones o las expectativas que tú mismo te impones, frecuentemente te hacen esclavo y te quitan la fuerza vital y la creatividad. Te hacen estéril. Lo podemos explicar fácilmente porque todas esas cargas emocionales, físicas o espirituales consumen muchísima energía y hacen que la mente, el cuerpo y todo el ser esté concentrado en una lucha, una resistencia o un conflicto. Está activado para el ataque o la huida. Obviamente, no es la situación óptima para crear algo nuevo y la procreación (no importa si es física, mental o espiritual) queda en segundo plano. ¿En qué espacios o situaciones te dejas esclavizar? ¿Qué puedes hacer para salir de esa esclavitud? Ya que, tan pronto salgas de tus esclavitudes, serás libre para poder crear, volverás a ser fecundo.

Muchas de nuestras esclavitudes son bastante fáciles de detectar y siempre habría que intentar salir de ellas. Sin embargo, existen también aquellas que llamamos “creencias limitantes”. Enseguida quiero aclarar que aquí no me refiero a las confesiones religiosas ni a las normas morales que cada uno tenemos. De ninguna manera. Al hablar de creencias limitantes me refiero a algunas convicciones muy arraigadas en nuestra mente que nos hacen creer que no servimos, que no somos lo suficientemente buenos para algo, que no merecemos amor, bienestar, trabajo, familia o lo que sea, que debemos sufrir por alguna razón, que merecemos ser tratados mal, que nunca seremos felices, que… y aquí puedes añadir un sinfín de creencias de toda índole, incluidas aquellas que tal vez te limitan a ti. Nos “demostramos” a nosotros mismos nuestras creencias limitantes mediante intentos fracasados de salir de ellas. Muchas están escondidas en el subconsciente y esas son las que realmente nos hacen esclavos. ¿Cómo aparecieron? En nuestra niñez, juventud, por vivir situaciones significativas, inculcadas por los padres, el entorno o nosotros mismos.

Nunca olvidaré a una coachee que parecía ser una persona libre y muy abierta, que no sufría por tener creencias limitantes de importancia y que, durante una sesión de coaching profundo, tuvo que enfrentarse precisamente a sus creencias limitantes. Cuando le pregunté cómo se había sentido, me contó que se sintió como un títere movido por cuerdas. Estaba literalmente atada, sin poder erguirse, parecía ser una muñeca mal hecha. Solo al cortar las cuerdas que la ataban pudo enderezarse de verdad y sentirse libre. Y no se trataba de cosas malas ni de hábitos malsanos.

Querid@ Lector@, quizás hayas visto alguna vez la triste imagen de un niño con ganas de probar las tartas y helados que observa detrás del cristal de una repostería. El niño aprieta la carita contra el cristal, parece que solo con un pequeño esfuerzo más podrá probar los dulces deseados. Por desgracia, el cristal invisible le impide hacerlo. Muchos de nosotros parece que vivimos con un techo de cristal invisible sobre nosotros. Lo intentamos, nos esforzamos, y no sentimos el sabor de la vida.

Amig@, ¿tal vez te falta la libertad para hacer tu vida fecunda? ¿Qué harás hoy mismo para vivir con más libertad?

NO ESPERES MÁS: BUSCA LAS CAUSAS DE TUS ESCLAVITUDES, COMIENZA EL CAMINO HACIA LA LIBERTAD.

Si necesitas ayuda, no dudes en contactar conmigo.   

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