17 Dic La culpa de un inocente frijol
“Supe que la vida iba a ser difícil cuando en el kínder mi frijol no germinó”
Cuando hace un par de días vi el mensaje de arriba entre la avalancha de textos, mensajes y videos que Facebook me trae cada día, sonreí al leerlo y lo tomé por una broma, como algo divertido, gracioso, algo que te hace sonreír y no lleva nada detrás. Sin embargo, después de un rato, me di cuenta de que la supuesta ocurrencia graciosa contenía en si una gran verdad, y, en ocasiones, hasta un verdadero drama de vida infeliz o fracasada.
Por tanto Querid@ Lector@, quiero que leas conmigo esa frase otra vez y que nos detengamos durante unos momentos para comprender qué nos dice en realidad este mensaje. Qué realidad nos describe y cómo puede influir en nuestras vidas, tanto en la mía, como en la tuya.
Te cuento la misma historia, pero comenzando desde el principio. Un bonito día la maestra de una escuela infantil entra en la sala llena de niños y, con una gran sonrisa, les muestra una bolsita. Hola niños, aquí os traigo una bolsita, ¡a ver quién adivina qué tengo en la bolsita! Ay, que emoción, que puede haber… En la bolsita hay frijoles (judías). Cada niño tiene que tomar una judía y plantarla en una pequeña maceta que lleva su nombre. Pasan los días, hay que regar lo sembrado, pasan los días llenos de emoción… Y los frijoles comienzan a germinar, uno tras uno, día tras día… todos… menos uno. Uno no germina. Y los niños miran con curiosidad, ¿de quién será?, ¿cuál de ellos no germinó? Y todos miran al que no supo cuidar su frijol… ¿Cómo se siente ese niño? ¿Qué puede pensar?
¿Reconoces situaciones parecidas en tu vida? De cuando eras niño pero también de mayor. De algunos momentos, cuando de pronto algo no funcionaba a tu alrededor y tú empezabas a pensar que tu vida no funcionaba, y que no servías, o que no valías… Que todos conseguían algo menos tú, que todos valían algo menos tú, que la gente sabia hacer, ganar, conseguir pareja, trabajo… (pon aquí cualquier situación que te venga a la mente), en fin, que todos eran más que tú.
Volvamos al pequeño del frijol. Ese momento puede ser uno de los momentos más importantes de su vida. La actitud de la maestra puede ayudarle mucho. La maestra puede explicar a los niños que eso puede ocurrir. Que no pasa nada, que algunos frijoles simplemente “no funcionan”, pero que en la bolsita hay muchos otros y ahora mismo podemos plantar otro y dentro de poco tiempo tendremos una plantita de frijol nueva. Así se crea la capacidad de resolver problemas, de ver que algo externo es algo externo. QUE EL SIMPLE HECHO DE QUE EL FRIJOL NO GERMINE NO ES CULPA NI INCAPACIDAD DEL NIÑO, EN FIN, QUE ESO NO CONDICIONA SU VIDA.
Si no lo hace la maestra, lo mismo pueden hacer sus padres. Hacerle ver que en la bolsita hay muchos frijoles y que la mayoría germina, pero algunos no. Y que eso es normal. Podemos intentarlo con otros y seguro que germinarán. De esta manera, el niño aprende a ver la complejidad del mundo exterior y su capacidad de resolver lo que encuentra en su camino. Y lo mismo aprendemos tú y yo. Que el hecho de que algo no funcione no quiere decir que mi vida no funciona o que estoy destinado a vivir una vida difícil, o más dura, o cualquier cosa parecida que puedas pensar.
Querid@ Amig@, volvamos de nuevo a nuestro protagonista. ¿Qué ocurre si no recibe ayuda ni de la maestra ni de los padres? ¿Qué ocurre si se siente ignorado, o culpable? Puede ocurrir lo que dice el mensaje del comienzo: “supe que la vida iba a ser difícil…” Es entonces cuando se forma en el subconsciente una creencia limitante: “mi vida será difícil porque…”, puedes terminar la frase como quieras. El hecho es que una creencia limitante incrustada en tu subconsciente te condiciona en todos los ámbitos de la vida porque te maneja de una manera sutil y poderosa al mismo tiempo. Y vas a decir totalmente convencido que tu vida es así o asá porque lo has experimentado; que a ti te pasa algo malo porque a ti siempre te pasan cosas malas, o que tú ni te planteas hacer algo porque sabes que no puedes. SON CREENCIAS LIMITANTES.
Los sorprendentes resultados de investigaciones científicas demuestran de sobra que nuestra mente produce un efecto llamado Pigmalión. Si actúas desde la creencia de que tu vida va a ser difícil, lo será sin duda. La mente busca en el exterior todo lo que pueda reforzar la creencia que yace en el subconsciente. Y así, siempre que encuentres algún problema exterior, lo primero que hace será decirte: “Ya te lo dije, ya ves”. Y así continuamente.
LAS CREENCIAS SIEMPRE TIENEN LA RAZÓN YA QUE, TANTO SI CREES QUE PUEDES, COMO SI CREES QUE NO PUEDES, EN AMBOS CASOS TIENES RAZÓN.
Lo único que puedes hacer es descubrir esa “quinta columna” de tu propio subconsciente y cambiarla por nuevos mensajes basados en otros principios. Principios sustentados en la confianza en ti mismo y en la capacidad de llevar una vida llena de grandes retos y grandes logros. La vida de un SER grande que desea emerger y desplegar todo su potencial para ser feliz y ayudar a ser felices a otros.
Amig@, te reto a que descubras las creencias que limitan tu gran potencial y que las despidas para siempre. Que tus decisiones no sean tomadas desde el “yo sé que no puedo…” sino desde “quiero y puedo, voy a intentar conseguirlo”.
No Comments