En tiempos de pánico…

24 Mar En tiempos de pánico…

Ya adivinas, Querid@ Lecto@, de qué quiero hablarte hoy. Estoy sentada con la ventana abierta, disfrutando del tiempo estupendo de una tarde en el centro de Madrid. Todo parece transcurrir de la forma más normal. Sin embargo, hay algo extraño que había notado también anoche y hoy por la mañana. Es el silencio que reina a esa hora. Yo soy muy sensible para el ruido. Por mucho que me guste Madrid, de vez en cuando me resulta insoportable ese ruido incesante; necesito salir de aquí y pasar días, o por lo menos algunas horas, fuera para escuchar el silencio. Sin coches, motos, gritos, ajetreo ni alboroto generalizado. Necesito paz exterior para volver a sentir la paz y el silencio interior. Por eso sentí con tanta fuerza ese inesperado silencio de Madrid. Y anoche reinaba un silencio absoluto.

Madrid, como muchos lugares en este momento, como mi querida Polonia entera, como Italia y muchos otros países y ciudades, está parado por un ser invisible a nuestros ojos, por un virus, cuyo nombre seguramente es el más pronunciado en estos días en todo el planeta. Cuando miro el panorama, no se ve ningún cambio. Todo está en su sitio, calles, edificios, parques, escaparates y restaurantes. No nos han atacado enemigos, no estamos en guerra contra nadie. Tampoco hubo ningún terremoto, huracán, erupción de volcán, ni nada parecido.

Hace pocos días teníamos un sinfín de planes, proyectos a realizar, a cumplir, fechas que apremiaban, compras indispensables, compromisos fuertes, reuniones, visitas, fiestas y qué sé yo. Muchos estaban fuera de sus países viajando por obligación o por placer, muchos haciendo las maletas para salir. En pocas horas, sin ninguna destrucción material, todo se ha desmoronado.

CUÁNTAS VECES SE HABLA DE QUE NUESTRA VIDA ES TOTALMENTE IMPREVISIBLE, QUE NO TENEMOS NADA SEGURO AQUÍ…  PERO NO LO CREEMOS, PORQUE SIEMPRE NOS PARECE QUE ESO LE TOCA A OTROS, A MÍ NO. MIS PLANES, MIS PROYECTOS, MI TRABAJO, MIS VIAJES Y NECESIDADES SON OBVIAS, INDISPENSABLES. Y TODO TIENE QUE SALIR TAL Y COMO YO QUIERO. Por tanto, si tengo prisa, otros tienen que dejarme el paso libre. Si quiero comprar, todo tiene que estar tal y como yo quiero, cuando quiero y donde quiero. Si voy al médico, lo mismo. Tal y como quiero yo. Nos hemos acostumbrado todos, Querid@ Amig@, yo y tú también. Porque nuestros planes, proyectos y propósitos son prioritarios.

Y, de pronto, ocurre que todo puede esperar, que esa compra, viaje, visita, partido, o lo que sea, no era tan urgente, que puedes quedarte en casa y no pasa nada. Que tu vida y también la mía puede cambiar el rumbo de una manera brusca, imprevisible Y NO PODEMOS HACER NADA.

En estos textos siempre estoy subrayando y evocando la grandeza y la unicidad del Ser Humano. Pidiéndote que descubras lo maravilloso que eres y animándote a que sigas creciendo. Porque lo somos: seres dotados de grandeza, belleza y dignidad, y ni siquiera nos damos cuenta de ello. Pero también es verdad que somos seres frágiles, delicados y vulnerables. Que necesitamos cuidarnos y hacerlo de una manera inteligente. Y cuando no lo hacemos, tenemos que pagar la factura.

Este blog te cuenta cosas del Coaching profundo. Para que todo pueda servir para tu máximo crecimiento como Ser Humano, como Persona. Por tanto, vale la pena aprovechar este momento para preguntarte por tus verdaderos fundamentos.

Como siempre, voy a pedirte que apagues la tele porque ya habrás oído todo lo referente al coronavirus. Desconecta también de todos los mensajes, consejos, pronósticos y toda esa avalancha de información que nos está inundando a cada minuto. Silénciate con unas respiraciones profundas y tranquilas, cierra los ojos, baja al silencio de tu Ser, de tu alma. Sal del bucle de la mente. Escucha el latido de tu corazón, agradece a tu cuerpo porque estás bien, porque tu corazón late sin parar, porque tus pulmones funcionan y cada segundo te proporcionan el oxígeno que da vida. Observa tu respiración, solo eso, agradece.

Ahora busca en tu interior respuestas profundas. Imagina: si las cosas van mal, si todo sale al revés, si ningún plan se hace viable… en esas horas ¿dónde está tu fortaleza? ¿De dónde sacas fuerzas? ¿Qué o quién te va a motivar para seguir? ¿En qué o en quién buscarás fuerza cuando sientas tu propia debilidad e impotencia? ¿Dónde está tu verdadero tesoro?

Los católicos vivimos ahora el tiempo de la Cuaresma. No hace mucho, este tiempo se vivía buscando una vida espiritual más profunda, más auténtica, realizando diferentes ejercicios espirituales, apartándonos del ruido cotidiano, apartándonos también de una vida social vacía, del cotilleo de todos los días. Lo hemos olvidado. Y ahora estamos inducidos a una vida “reclusa” a la fuerza. ¿Cómo lo quieres aprovechar? ¿De qué te has dado cuenta? ¿De qué contenido vas a llenar tu mente, tu alma?

Porque todo se puede aprovechar para nuestro propio bien. Podemos crecer siempre, es cuestión de tomar decisiones.

De nosotros, de mí y de ti depende si queremos quejarnos, tener miedo, pánico, rabia y echar la culpa a… (aquí pon los que crees culpables de esa situación). También de mí y de ti depende aprovechar este tiempo de la mejor manera posible. Salir más sabios y mejores como personas.

¿CÓMO?

LA RESPUESTA ESTA EN TI. Búscala ¿QUÉ HARÁS DE UNA MANERA DIFERENTE?, ¿QUÉ SE TE HABÍA OLVIDADO?

¿CÓMO PUEDES AYUDAR A OTROS PARA QUE CREZCAN TAMBIÉN?

Con mucho cariño os saludo a todos, Querid@s Amig@s, deseándonos salir de cualquier bucle, miedo o problema, siempre más humanos y mejores personas.