Es que nosotros pensábamos …

29 Ene Es que nosotros pensábamos …

Te saludo de todo corazón, Querida Amiga y Estimado Amigo, y al mismo tiempo deseo que el momento de nuestro encuentro mediante la lectura de este post sea para ti un momento de paz, alegría y aliento. No lo digo sin razones concretas. Hace poco conversaba con una buena amiga y ella, una persona normalmente muy serena y con una visión muy optimista de la realidad, me dijo que tanto ella misma como las personas de su entorno se sienten bastante cansados y abrumados por todo lo que tenemos que afrontar ahora: restricciones, prohibiciones, perdida del trabajo o miedo por perderlo, miedo por uno mismo y por los familiares, tristes noticias sobre la enfermedad o incluso muerte de gente conocida y, a veces, incluso de los seres queridos. Como me decía, se tiene la impresión de que estamos en una especie de marasmo, expectantes no se sabe de qué, viviendo a medias tintas de una noticia a otra, con la vida aparcada por no se sabe cuánto tiempo. Hablamos largo rato. En realidad, todos lo percibimos: el mundo que pensábamos de alguna manera “domado” por nosotros se hace pedazos y somos testigos de ello.

Y, de pronto, me vino a la mente el maravilloso diálogo del inolvidable “El Señor de los Anillos”. Dolorido y cansado, Frodo conoce la historia siniestra del poder destructor del anillo que tiene que sobrellevar y dice con pena: “Ojalá el anillo nunca hubiera llegado a mí. Ojalá nada hubiera ocurrido.” A lo que el gran Gandalf le responde: “Eso desean quienes viven estos tiempos. Pero no les toca a ellos decidir. Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado”.

Querid@ Lector@, creo que cada uno de nosotros, tanto tú como yo y los que nos rodean, de vez en cuando pensamos lo mismo: ojalá nunca hubiera ocurrido esto, ojalá nunca hubiéramos tenido que pasar por todo este desastre, ojalá tanta gente no hubiera enfermado y no se hubieran cerrado los negocios y las puertas de tantos sitios. Qué pena que hayamos perdido la sensación de seguridad, qué pena que no sepamos qué pasará mañana y cómo terminará todo esto. Qué pena que… y aquí puedes colocar una lista entera de tus tristezas, penas o quejas.

Y de nuevo, en muchas situaciones la única respuesta puede ser la de Gandalf: Eso desean quienes viven estos tiempos. Pero no les toca a ellos decidir. Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado.

No nos toca decidir; cada uno de nosotros en algún momento de la vida se encuentra en una situación sobre la que no tiene ningún control. A veces nos encontramos en un momento de la historia humana que preferiríamos evitar. Pero no nos toca decidir. Estoy repitiendo esta frase con obstinación porque necesito darme cuenta de esa verdad, igual que tú también, Amig@. Darse cuenta quiere decir también ACEPTAR el hecho de que no nos corresponde elegir las circunstancias en las que nos toca vivir. Pero también el hecho, y ESO ES UNA MUY BUENA NOTICIA, DE QUE CADA UNO DE NOSOTROS PODEMOS DECIDIR QUÉ HACER CON EL TIEMPO QUE SE NOS HA DADO.

Puedes aparcar tu vida esperando el momento en que todo vuelva a ser como “antes”. Pero podría ocurrir que ya nada sea como antes, que los cambios sean más profundos de lo que nos parece y que este mundo ya nunca será igual. Puedes gastar los próximos meses en… ¿en qué exactamente quieres gastar los próximos meses? ¿En qué vas a gastar tu tiempo, tu energía, qué ocupará tus pensamientos? ¿Qué te preocupará, que uso harás del tiempo que se te ha dado?

LA VIDA APARCADA A UN LADO NO SE NOS DEVOLVERÁ EN NINGÚN MOMENTO, EL TIEMPO PERDIDO ESTÁ PERDIDO PARA SIEMPRE.

Por tanto, de nuevo te invito a que lo aproveches al máximo.

He escrito que puede ocurrir que el mundo nunca será el mismo.  Por tanto, no tiene mucho sentido esperar que todo sea como antes, porque “todo” ya no será como antes. Todo cambio exige un esfuerzo para aceptarlo, pero aún más esfuerzo exige prepararse para el cambio. ¿Qué puedes hacer desde hoy para estar preparado cada día? No podemos elaborar guiones para cada situación porque la vida es demasiado rica e imprevisible, pero cada uno puede prepararse de acuerdo a lo que necesite. Y aquí no estoy pensando en almacenar alimentos, ropa o aumentar la cuenta bancaria.

Más bien te invito a que entres en tu interior y oigas la voz del corazón. ¿En qué gastas el tiempo que se te ha dado? ¿En qué quieres gastarlo? ¿Qué pensamientos, miedos o deseos ocupan la mayor parte de tu tiempo y desgastan tus energías? En la escala del 1 al 10, ¿cuánta satisfacción te da tu modo de aprovechar el tiempo? ¿Qué quieres aprender, cuales habilidades adquirir? Me refiero a la preparación pero no hablamos aquí de títulos ni diplomas, porque aprender a tener paciencia, atención o capacidad de escucha puede significar más que diplomas de universidad. Perfeccionarse en el arte del diálogo, la capacidad de empatía, compasión, comprensión o en la aceptación de los argumentos de otros puede ser crucial para tu “supervivencia”. O tal vez ¿más bien se trata de tu propio cuerpo? ¿Tal vez tu cuerpo necesita más cuidado, atención, consideración? Puede ser que ahora sea el tiempo de hacer cosas sencillas que te den alegría o satisfacción. Tal vez necesitas algo totalmente diferente. ¿EN QUÉ TE ENFOCARÁS PARA VIVIR UNA VIDA PLENA?

Volveré aquí al ejercicio que te propuse en el post anterior. Alguien me ha dicho que no sabe dibujar. En el ejercicio no se trata de saber dibujo ni tener talentos manuales. Saca de tus profundidades lo que está depositado allí por medio de colores, manchas, rayos o puntos. Como quieras. Lo que es importante es la imagen que aparezca ante los ojos de tu corazón, es la voz de tu inconsciente que quiere comunicarse contigo.

PERMÍTETE UNA PIZCA DE LOCURA Y LIBERTAD, CONOCE TU INTERIOR.

Puedes preguntarte por lo que necesitas para vivir una vida en plenitud ahora mismo u otra pregunta esencial para ti.

Lo importante es que no esperes aparcando tu vida hasta no se sabe cuándo, sino que vivas de verdad.

¿CÓMO QUIERES RECORDAR ESTE TIEMPO? ¿CÓMO QUIERES RECORDARTE A TI MISMO EN ESTE TIEMPO?

Te deseo que sean muy buenos recuerdos y que puedas estar orgulloso de ti.