El poder del foco

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El poder del foco

Estaba charlando con un conocido y el hombre comenzó a quejarse de que la vida se le escapa, de que no tiene ningún momento libre por el trabajo, los compromisos familiares, sus propios problemas de salud… y un sinfín de etc. Mientras hablábamos, miraba su móvil continuamente. En un momento dado, lo dejó a un lado, se despidió, salió, se dio cuenta de que se le había olvidado y enseguida volvió a buscarlo… Y todo eso en unos cinco minutos de conversación. Intenté hablarle sobre la importancia de centrar la mente y del valor de ordenar los pensamientos y las prioridades, pero su única respuesta fue que, dadas sus múltiples ocupaciones, era imposible hacerlo.

Querid@ Lector@, apuesto a que de vez en cuando en tu mente nacen los mismos o muy parecidos pensamientos y preocupaciones. Y no hablo sólo de la gente que ha vivido muchos años nuevos y ha despedido muchas nocheviejas. Hace poco leí que las personas que acaban de estrenar su vida profesional, los jóvenes de treinta años o poco más, ya se sienten viejos, desgastados y quemados, y que ese fenómeno es cada vez más frecuente. No intento buscar las causas de esos problemas ni dar soluciones a todo, pero quiero encontrar alguna pista, enfocada por el coaching profundo.

Amig@, te cuento esa historia para que puedas ver lo ocurrido desde el ángulo de un simple espectador. ¿Tal vez te reconoces a ti mismo? ¿Cómo afrontas tus múltiples ocupaciones en tantas dimensiones y campos de tu vida privada, familiar, personal? ¿En cuántas direcciones contrarias va tu mente a la vez mientras hablas, trabajas, piensas o revisas tu móvil?

La mente humana es súper poderosa. Es magnífica, sus posibilidades son impresionantes y asombrosas. Mientras avanzan las investigaciones sobre cómo funciona, no dejamos de asombrarnos. Todo eso es muy cierto. Sin embargo, con nuestra mente pasa lo mismo que pasaría por ejemplo con cualquier coche. Por muy caro, súper potente y magnífico que sea, no puede avanzar y retroceder al mismo tiempo. Es igual con la mente. Puede mucho más que un coche, pero si intentas constantemente que avance en direcciones contrarias, en algún  momento todo ese magnífico sistema se parará. Se queda atascado, agobiado y bloqueado. Por mucho que intentemos convencernos de que podemos hacer todo al mismo tiempo, es una ilusión de nuestro ego. Por mucho que intentes convencerte de que todas tus ocupaciones son imprescindibles, si quieres tener una vida sana, una vida que ames y que te guste, una vida que te haga sentir en casa y no en un campo de batalla perpetua…: NECESITAS PRIORIZAR.

¿Te ocurre alguna vez mirar la hora y darte cuenta de que no la recuerdas y necesitas volver a mirarla? ¿Te ocurre olvidar que estás conduciendo el coche? ¿Vas a buscar algo y, mientras llegas, olvidas a qué ibas? Estás en una fiesta y, en vez de pasarlo bien, ya te estás preocupando del día de mañana y, en cambio, cuando llega ese nuevo día, te da pena por no haber disfrutado de la fiesta y tampoco te concentras en tu trabajo. ¿Te ocurre?

Es una ilusión del ego creer que mucha actividad, muchos movimientos hechos al mismo tiempo, mucho ruido, incrementan la eficacia, la creatividad o el valor de tu propia vida. REPITO: NECESITAS PRIORIZAR.

Tanto mi vida como la tuya necesitan un orden. Y cuantas más responsabilidades tienes, más orden necesitas.

¿Cómo lograrlo? Hay muchos caminos, pero hoy quiero sugerirte algunas pistas para ordenar la mente y centrarla en el momento presente.

  1. APRENDE A RESPIRAR. Parece absurdo ya que todos respiramos, sin ello no podemos vivir. Se trata de respirar bien: inspira profundamente, expira por la boca, relaja. Pero sobre todo, hazlo de manera consciente. Dependiendo del tiempo de que dispongas, siéntate y, en vez de mirar el móvil, haz de 10 a 40 inspiraciones y exhalaciones conscientes. La clave es: hazlo conscientemente, fíjate sólo en el hecho de respirar y en el momento presente, nada más.
  2. ATRAPA EL MOMENTO PRESENTE. Tal como dice la filosofía zen: sé consciente de lo que haces: si caminas – camina, si escribes – escribe, si estas en el gimnasio – quédate allí prestando atención a lo que haces, si alguien te habla – escucha, etc. Sé consciente del momento presente, que es único e irrepetible. VALÓRALO AQUÍ Y AHORA..
  3. EJERCITA LA MENTE. HAZ EJERCICIOS DE ATENCIÓN PLENA Y DE RELAJACIÓN. Podemos aprender tanto la atención como la relajación, igual que hemos aprendido todo lo que hacemos y lo que sabemos. Lo único que hace falta es quererlo y perseverar.

Estoy totalmente de acuerdo con lo que estas pensando ahora. Por supuesto que no tienes tiempo para nada y mucho menos para comenzar ahora nuevas actividades, hacer cursos y  cosas por estilo. Por lo tanto, no te propongo cursos ni viajes a la India para poder meditar o aprender a concentrarte. Aprovecha los momentos vacíos y perdidos inútilmente cada día: atascos de tráfico, horas pasadas en los medios de transporte, tiempos de espera en el médico, paseos, el mismo trabajo, que puedes hacer totalmente concentrado y sin mirar a cada instante el móvil. Finalmente, hasta podrías hacer un uso un poco más austero de tu pantalla preferida y encontrar media hora libre cada día.

Como ves, las posibilidades existen. Se trata de hacerlo cada día, aprovechando minutos, pero varias veces al día, de manera consciente y con entusiasmo.

¿QUÉ GANARÍAS? UNA MENTE ORDENADA, CONCENTRADA, SERENA, ÁGIL Y CREATIVA. SIN AGOBIOS NI ESTRÉS INNECESARIO. UNA MENTE CAPAZ DE AFRONTAR EL PESO Y LAS RESPONSABILIDADES DE CADA DÍA CON VALOR Y ENERGÍA, CONSCIENTE DE SU PROPIO PODER.

Te dejo la imagen de un láser, cuya potencia se relaciona con la capacidad para concentrar la emisión en un rango espectral muy estrecho. De modo similar se puede potenciar la mente.

Piénsalo bien y, si te parece que vale la pena, pon manos a la obra.

 

2 Comments
  • Paloma
    Posted at 19:50h, 16 enero

    ¡Cuánta razón tienes, como siempre! No eres la única que intenta hacer varias cosas a la vez, sin centrarse en ninguna de forma consciente y profunda. ¡Yo soy especialista! Y, desde luego especialista en pensar que tengo mil ocupaciones y poco tiempo para dedicarme a ellas. Si te hago caso, que sería lo ideal, parece que la clave está en priorizar y centrarse en cada una de ellas en un momento determinado… ¡¡lo mismo así me daría tiempo a terminar todo lo que siempre tengo pendiente!! No hago más que escribir listas de cosas por hacer (o incluso de buenas intenciones), pero luego no me pongo a ello, más que lo que es realmente urgente o importante. Así que ya tengo claro mi propósito de año nuevo: poner el foco y toda mi atención en cada cosa que haga… o al menos, intentarlo :-). ¡Gracias por tus palabras de aliento!

  • Elanie
    Posted at 21:22h, 16 enero

    Efectivamente, la clave es saber priorizar y centrarse en lo se hace en el momento presente, vivir el famoso aquí y ahora. Te tomo la palabra:) Al final del 2020 haremos la evaluación de los progresos.

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